La Consejera de Trabajo y Justicia del Gobierno Vasco, María Jesús San José, ha afirmado que, aunque son «conscientes de las tremendas dificultades para la regulación del Empleo Doméstico, están obligados a dar respuesta a su situación», en un sector «muy feminizado» donde un 30% del empleo trabaja «en negro», una de cada tres trabajadoras es de origen extranjero y es «el principal nicho laboral del conjunto de la población inmigrante en Euskadi».

San José ha hecho estas declaraciones en el marco de su intervención durante la inauguración este jueves en Bilbao del I Congreso sobre Empleo Doméstico, en el que se analizarán aspectos presentes en el sector como la economía irregular, la relación «mujer» e «inmigrante» o la necesidad de ampliar y proteger los derechos y condiciones laborales de sus trabajadoras.

El congreso, que se desarrollará hasta este viernes en la Cámara de Comercio de Bilbao, se lleva a cabo bajo el lema «De dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos».

En el acto inaugural, en el que también ha intervenido la directora del Congreso, Concepción Sanz, la consejera San José ha destacado «el importante avance que supondría la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el Trabajo Decente para Trabajadoras y Trabajadores Domésticos.

Desde su punto de vista, «las personas que trabajan en el servicio doméstico, la inmensa mayoría mujeres, requieren de nuestra acción en la búsqueda de derechos, condiciones laborales y protección social necesaria para que dispongan de una vida laboral digna que les posibilite desarrollar proyectos de vida integrales».

Igualmente ha indicado que desde su departamento, «son conscientes de las tremendas dificultades para la regulación del sector Doméstico y que están obligados a dar respuesta a su situación».

En ese sentido, la consejera ha manifestado que el cruce entre los datos de la Encuesta de Población Activa y los datos de afiliación a la Seguridad Social indican que un 30% del empleo en el sector trabaja «en negro».

San José ha recordado que, desde la perspectiva de los hogares, según las Cuentas Económicas del Instituto Vasco de Estadística, «en 2015, último dato disponible, eran unos 76.000 los hogares vascos que contaban con servicio doméstico: 43.000 en Bizkaia, 22.000 en Gipuzkoa y 11.000 en Alava».

ICEBERG

La consejera ha coincidido en que, tal y como señalan los investigadores de Sociología y Trabajo Social de la UPV se está, en la actualidad, «intentando hacer luz en un sector iceberg», un sector «claramente feminizado en el que una de cada tres personas es extranjera» y donde el servicio doméstico es «el principal nicho laboral del conjunto de la población inmigrante en Euskadi».

Asimismo, Euskadi, según la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2017, «era y sigue siendo una de las comunidades autónomas en las que el gasto de los hogares en servicio doméstico y otros servicios para el hogar es mayor, junto a Navarra, Madrid y Murcia». Por procedencia, América Latina es la fuente principal de origen de las mujeres inmigrantes que trabajan en el sector.

Igualmente, San José ha destacado que durante el encuentro se van a proponer «fórmulas viables de igualdad de derechos con el resto de trabajadores del Régimen General de la Seguridad Social, así como en materia sobre prevención de riesgo laborales, extinción del contrato, jornada laboral, convenio colectivo y acceso a la prestación por desempleo», entre otros puntos a debate.

La consejera ha recordado que, pese a que el trabajo doméstico «constituye una de las principales formas de empleo femenino, este sector, representa en España, una de las actividades más relegadas, tanto en términos de las condiciones de trabajo como de su marco regulatorio».

En ese sentido, ha remarcado que el Departamento de Trabajo y Justicia, ha contribuido durante esta legislatura «a mejorar y visibilizar el trabajo doméstico desde varias perspectivas», con medidas como la elaboración de un «Diagnóstico de situación de las personas trabajadoras del hogar en Euskadi y de las necesidades a las que dan cobertura», realizado por el Grupo Investigación CIVERSITY del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU.

AYUDAS CONCILIACIÓN

La responsable vasca de Trabajo y Justicia ha remarcado que no se pueden «aceptar las excepciones que se realizan desde las distintas normas del derecho del trabajo para con las personas trabajadoras.

Igualmente, ha añadido que «las ayudas a la conciliación de la vida familiar y laboral y los derechos de prevención de riesgos laborales, entre otros, no pueden seguir siendo excepciones para las trabajadoras del hogar».

Finalmente, la consejera ha indicado que las conclusiones que arroje el congreso van a ser «tenidas en cuenta de cara a las acciones a desarrollar, en el medio y largo plazo para la dignificación del trabajo doméstico».