- enero 10, 2020
- Posted by: nacho
- Categoría: Noticias Afyt
El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, ha afirmado que exigirá coordinación entre el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones.
Sordo ha resaltado que separar Trabajo de Seguridad Social no es un escenario que le guste, pero ha afirmado que una vez que se ha producido, de lo que se trata es de que haya una coordinación entre los dos ministerios, «porque tienen materias que están vinculadas y relacionadas».
«Lo que se haga en un Ministerio va a afectar al otro. Vamos a exigir esa coordinación y creo que los marcos del diálogo social, donde estamos representados el Gobierno, sindicatos y patronal, y nuestras propuestas, que van a ser lógicamente coherentes, pueden ser un elemento de coordinación para los dos ministerios», ha añadido.
Así lo ha señalado este viernes, tras conocerse que el nuevo ministro de Seguridad Social será José Luis Escrivá, hasta ahora presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
Para el líder del sindicato, la evaluación de un Gobierno hay que hacerla sobre las políticas que desarrolle y no sobre las personas que lo componen.
No obstante, ha resaltado que tanto Escrivá como Yolanda Díaz, nueva ministra de Trabajo, son dos personas que tienen un perfil técnico suficientemente acreditado y un perfil político distinto, aunque ha insistido en que lo que el sindicato valorará serán las políticas que desarrollen.
«Hasta que no veamos lo que el Gobierno cumple con lo que ha pactado en el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos, cualquier valoración en profundidad es gratuita», ha dejado claro.
El líder sindical ha afirmado que sus propuestas seguirán siendo, en materia laboral, la corrección de la reforma laboral y la creación de un modelo laboral «mucho más justo» que reduzca la precariedad laboral y permita subir los salarios.
Por otro lado, en Seguridad Social, instarán a derogar la reforma de pensiones y a adoptar un paquete de medidas que garantice la estabilidad del sistema para garantizar que el futuro de las pensiones sea «viable y suficiente» en los próximos 30 años.